Mirame

Mirame

Junio 30, 2006 on 10:53 am | In General | 2 Comments

Mírame. La sangre resbalaba por la linda cara cuarteada de la muchacha, su piel blanca relucía con la sangre carmesí que se desplazaba lentamente por el espejo de su alma, mientras el solo disfrutaba viendo algo terriblemente cruel. Su mente vacía, como la de un niño que juega con el sol. Así jugaba con la mujer que atada intentaba gritar a través de la mordaza de calcetines, y el sonreía como si fuera un halago.
La miraba extasiado en una mezcla de sentimientos contradictorios que su cabeza enviaba a sus ojos. Enfrascado en un sueño imposible, el caleidoscopio de su mente gritaba, y sonríe. Cogió un bisturí, se le cerraban las heridas, con movimientos hábiles volvió a cortar la linda piel blanca que bajo la presión del cuchillo se abría como si de una fruta fuera, la mujer grito de dolor, para el fue como una molestia en su cabeza, le molestaba que se quejara tanto. La estaba cuidando. ¿Por qué gritaba?
Igual que un maestro de la música toca el violín el toco las cuerdas vocales de la chica pero esta vez la melodía no era si no una intención de macabras notas musicales que se desgarraban hasta que se apago su voz en el sueño intermitente de un loco. Ya no gritaba, pero se inclinaba de forma extraña, como si le doliera, como si se muriera. Como si estuviera enfadada con el. Él se puso triste, su alma estaba en sus pies, no podía dejar que se enfadara con el.
La levanto y miro su cara ya hace tiempo desfigurada. No sonreía, estaba triste. Una mueca de tristeza, parecía como si se alegrara, pero el no lo estaba. El la veía y creía ver en su rostro, enfado y tristeza para con él. Empezó a gritar, a llorar pero no hacía nada.

La escena era macabra, el salón cubierto de sangre largo tiempo derramada, en los brazos del hombre, la mujer desfigurada. Sesgado su lindo cuello con el material que tenía en el suelo. Las cuerdas del violín estaban rotas, la carcasa deteriorada, el interior destruido. Por fin había muerto, le había llevado demasiado tiempo. El seguía guitando despierta, despierta. Como si fuera a despertar de un sueño que por fin había llegado después de días y días sufriendo una agonía terrible de sufrimiento y temor. Siguió así durante horas hasta que se enfrió el cuerpo. Con las lagrimas en los ojos seguía gritando, aullando por que estaba enfadado con él, por que le hacia esto. Noto que estaba fría.
Decidió que necesitaba calentarla, sacando su hacha empezó meticulosamente a cortar trozos de cuerpo de una forma más o menos exacta. Preparo la cocina. El fuego ardía en la cocina, mientras las partes sangrantes de la muchacha caían a la barbacoa y la cacerola. Mientras la sangre llegaba a tocar la puerta de la casa, el pasillo inundado de sangre. Cocinando el cuerpo, hizo barbacoa. Las tripas… embutido, la sangre fue puesta como bebida. La fiesta que se organizo, fue durante mucho tiempo cosa de que hablar en el pueblo.
Cuando los vecinos salieron de la fiesta ya entrada la noche dijeron con una sonrisa, muy buena comida, algo extraña pero magnifica. Y palpándose sus engrosadas barrigas salieron de la casa blanca de los sueños.

Dedicado a Dark que se a montado el solito todo mi blog. Así que dedicado con cariño sangriento para él. Mi Dios al que idolatro.