Deja al sol
Septiembre 20, 2006 on 11:43 pm | In General | No Comments
La habitación, ordenada entre el caos y la multitud de cacharros inservibles. El hombre con el pelo crecido hasta límites mas haya de la higiene, colgaba por los lados del sillón. Mientras el murmuraba, afilaba la espada que tenia entre las manos. Con cada afilada decía: más, más afilada. Su habitación llena de póster, piedras de afilar y espadas llevadas al desgaste total. El seguía ensimismado mirando el filo gastado de la espada oxidada que tenia delante. Con insistencia pasaba sus dedos por la hoja, su mano cicatrizada por cortes que laceraron y laceran su piel.
Sus ojos gastados de tanto fijar la vista, sus pupilas dilatadas entre el foco de luz que daba apariencia humana a lo que le obsesionaba. Su amante, su hija, su novia. Todo era eso para él. Su mundo llegaba y estaba en esas cuatro paredes. Se levanto y la miro. Sintiéndose orgulloso la blandió, clavándose en una caja. Lloro por ella, la había dañado, siguió afilándola. Más, más hasta que no pueda más, repetía sin cesar.
Después de que pasaran horas y horas, sus ojos se iluminaron como solo la locura puede iluminarlos. La levanto y grito, con voz quebrada. Por fin.
Subió al tejado, con una cara de felicidad, el sol traspasó su piel blanquecina. Quemando su parte interior. Sus ojos se entornaron para no dejarse cegar por su enemigo, el sol. Se acerco al filo de la cornisa. Y miro, sus ojos se cerraron hasta formar una fina línea negra, y miro a lo que tanto había querido destruir. Arremetió contra el sol, intentado cortarlo.
La caída fue tan brutal que no sitió nada. La gente de su barrio se asombraron y dijeron que como podría ser eso, si era muy buena persona. Sus padres ni se inmutaron, lo olvidaron a los 3 minutos y siguieron en su mundo de blanco y camisas de fuerza. Y el sol siguió sonriendo por que había ganado la victoria, otro lo intentaría …
Para Jorge y Riku. Jorge que nucna le dedico nada, y Riku por que me ha dado una idea de esto, mi inspiración al fin y al cabo.
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