¿Vida, que vida?

-¿Verdad que me quieres?

-¿Verdad que me amas?

Asientiendo con una mueca de sorna la muchacha miraba con unos ojos cargados de desprecio al imbécil que se le insinuaba, se levanto. Su hora había finalizado, el cliente gritaba que la amaría y la protegería siempre, mentiras, en este trabajo solo hay mentiras.

La postituta salió a la calle, el frío era como un latigazo que lastimaba antes bonita cara, ahora demacrada por el trabajo a deshoras y el poco dormir. Ni vivir, ni comer, solo trabajar. En la fría noche de madrid esperaba algun cliente que le sobraran varios billetes y tubiera ganas de divertirse, ya no elegía ni iba con cuidado, su vida no importaba una mierda.

Subida al coche sabía que este hombre no tendría piedad, la poseería durante el tiempo estipulado, la despreciaría y la dejaría tirada en cualqueir cuneta hecho el trabajo, antes pensaba el por que de esta conducta irracional, ya no. Dejó de pensar, en este trabajo nadie se atreve a pensar.

Sin sueños ni esperanzas, atrapada en una espiral de autodestruccion, la primera vez que el puño destrozo su cara lloro y la lastimo, ya no. _Ni su mirada de hielo cambiaba ya ante las penurias de su vida, aguantaba las palizas y que la forzaran, le daba igual.

Encerrada en una prisión de miedo y terror causado por sus compañías, por su vida en general, las lágrimas parecían no tener cabida en ella. Ya ni las patadas podían hacerle sangrar en lo mas profundo de su corazón, sabía que dolían, pero dejo de sentir hace mucho. Ya no pensaba que quizas en la proxima paliza, la mataría, tirada en una cuneta perdiendo la vida, a cada segundo mientras los coches fugaces pasaban sin mirar.

No se puede salir de una vida así, fue su último pensamiento antes de que el puño impactara en su cara, haciendola caer al duro pavimento. Vió alejandose los pies de su agresor, ya no importaba, muerta antes y ahora, ya no vivía, ya no estaba viva. Mirando como se alejaba el coche las luces le recordaron cuando subía en la noria, una lagrima cayo por su cara, y se dio cuenta de que la unica liberacion estaba ahí, al final del túnel.

Una lagrima cayo al suelo, y un suspiro al aire, y depues ... solo vacio.