martes, 27 de agosto de 2019

De como te mire y me miraste


El estaba en un punto donde, su corazón estaba tímidamente parado. Después de años y años de relaciones donde siempre cometía los mismos errores, de gente que le repetía que cometía los mismos errores. Dijo basta. Y durante mucho tiempo, casi mas de 4 años, cerro su corazón. Y trabajo mucho analizándose para entender que pensaba, que sentía, y le fue mejor. Pero seguía parado.

Dándose por vencido a encontrar eso que había perdido cuando tenía veinte años y un amor de juventud. Cambio de país, de vida, de creencias y se mudo. Conoció gente de todo tipo, de todo trabajo, aprendió a vivir de una manera que no había soñado.

Y en su ultima aventura, o como algunos de sus amigos lo llaman, la gran apuesta. Salto al vacío y se metió a hacer su sueño, para conseguir un sueño. Abandonado de toda esperanza, se volcó en su trabajo, en su vida y en su sueño.

Y a los 3 meses de esa nueva vida, amigos y rutina. Fue a una fiesta. No fue como en las películas, donde saltan chispas, el mundo se paraliza y sabes que es la mujer de tu vida. Simplemente un amigo se la presentó. Él, haciendo una broma jocosa sobre su saquito de gatos de navidad. Empezaron a hablar, como el que empieza algo que no sabes que se convertirá poco a poco en una cosa grande. Sin darle mas importancia, pasaron casi media hora donde los dos seguían, seguían hablando sin parar.

Y se fue de vacaciones, al volver, el seguía pensando en ella. Un día hablando de mujeres, de la vida con sus amigos de la oficina. Se acordaba de ella, de una conversación sencilla y que conectaras, de esa noche en la fiesta. Y así empezó todo, el que hablaba con ella, inventado excusas para hablarle. Ella que le contestaba haciéndose la tonta, pero sabiendo de que iba este juego de seducción.

Así estuvieron otros tres meses hasta que el empezó a llevarle chocolate a la biblioteca. Un pequeño gesto, no despreciado pero si pasado por alto, hasta que mas adelante ella supiera lo difícil que es que el compra y coma chocolate. Y poco a poco se fueron enredando en esas cosas que llaman vida hasta empezar a ser una pareja.

Siempre con el elefante en la habitación, empezaron tímidamente a montar una relación que no pudo respirar tranquila hasta que el supo que le habían dado destino Edimburgo.

El empezó a ser feliz, a dejarse llevar, a intentar hacer mas acuerdos, mas hablar de lo que sentía. No todo era perfecto, no todo era bonito. El estaba muy roto, lo sigue estando. Pero intento ser algo mejor, intento ser feliz. Por primera vez en muchos años, incluso intento crear una relación para siempre con ella.

Pero eso es otra historia









1 comentario:

Inma LG dijo...

Y yo me alegro por ti...