domingo, 28 de agosto de 2011

3 - Purpurina

Andaba por las calles, tarareando una sencilla canción de cuna. Mientras las luces de colores se le clavaba como puñales en una retina ya oxidada. SU pelo al viento prometía mucho, pero no decía nada. Solo ella, bailaba en un tenue bals con las farolas y el olvido.

Sentía alegria y pena, sonreía con unos dientes blancos, que reflejaban la luz a aquellos que no podían encontrarla solos. Vendía sonrisas de promesas que jamas obtendrían. Su rimel negro caía a través de sus ojos cruzando el basto océano de sus pupilas, hasta llegar a su mejillas.

Vendía sueños, vendía ilusiones, vendía vida. La vida que jamas ninguno de esos sin nombre podría tener, por falta de emociones, empatía o cojones.

Ella vendía lo que no le daban en su casa, lo que les faltaba para poder seguir adelante. Ella les daba esperanzas.

Al final del día tenia moratones por todas partes, su rimel caía por sus mejillas, como ríos de petroleo desbordandse hacia el mar. Le dolía la garganta, de gritar, de que parasen. Le dolía la muñeca de parar golpes, la cara hinchada reflejaba dolor y miedo.

Ella, al final del día, se sentaba en una esquinita de nada, un rinconcito donde se sentía segura. Mientras sus ojos vertían lagrimas de dolor, sacaba de su bolso, su único capricho. Se echaba purpurina en la mano, y la lanzaba al aire, por encima de ella. La tenue luz de la bombilla solo alcanzaba a arrancar algunos reflejos violetas. Y mientras caía, como una nube de felicidad, esa purpurina se le pegaba al cuerpo.

Las lagrimas, servían de pegamento, que se quedaba fijado a su cara, como rios de purpura miel.

Y por un instante se sentía una princesa. Brillante radiante, y hermosa.



Pd: lo tenia en borradores, pero no tenia internet cuando quise publicarlo.

1 comentario:

Inma LG dijo...

Vas mejorando... empieza a tener tu estilo personal.