sábado, 20 de junio de 2015

Menorca

Donde los besos se convirtieron en palabras y donde la vida sirvió como promesa.

Cuando conoces a una persona, no hay nada más triste que conocer a la persona adecuada en el momento menos adecuado de tu vida.
Hoy he conocido a mi alma gemela, ella no.
El conectar con una persona, tener algo, un rollo, un sentimiento, un vistazo, una mirada, una broma, algo más que palabras. Hace que sientas realmente tú, que realmente has conectado con una persona es algo maravilloso.
Porque sin amigos la vida no es lo mismo, porque al sentarme en una terraza y tener una conversación de dos horas sobre si la vida es blanco o negro y que como persona tienes que elegir entre dos opciones muy bien marcadas.
En que una persona te presente como "este es Adrián el nuevo fichaje, y no sabes ... lo que nos hemos reído desde febrero".
Conocer gente es muy duro, más de lo que recordaba, la zona de confort con tus amigos y tu grupito y tus bromas personales está bien. pero el entrar en un grupo nuevo, hacerte ellos, que los consideres tus amigos y ellos se alegren mucho en que por fin han pasado a esa categoría es algo que toca.
Porque tener un modelo en la vida de aquí a 10 años vista, mola mucho.
Porque de mayor quiero ser como él, con esa templanza y esa maravillosa parsimonia menorquina.
El sentirte querido, aunque estés en una roca. Es necesario. Es natural, y el enfrentarte a la vida y a las cosas, con un punto  de vista cada vez más abierto, lo que hace es que te hace crecer.
"Sal con gente de diferente estatus, habla con personas de otras clases sociales, debate con personas de diferente edad a la tuya, así es como aprendes, así es como creces".
Porque si me voy, siempre me acordaré de esa carretera rumbo a un pueblo de noche, con esa música de  Bon Jovi sonando, y ese aire cargado de humedad, que conecta, que te quiere decir ese embrujo maléfico que me trajo hasta aquí.
"Menorca embruja, pero no todo el mundo es embrujado".
Es un sitio donde esta parte de mi, y cuando me vaya, algo se quedará en esta tierra.

Porque me siento como en casa, porque soy feliz.

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