viernes, 19 de octubre de 2007

El reloj

Ya no me acuerdo, de lo que era antes tenerte. Ahora estoy aqui.

Una vida normal, pacifica, leia el periodico, navegaba por internet. Mi vida era simple sin mas fundamento, a mi me gustaba. Hasta el día que me lo dijeron.

El accidente en que me vi envuelto me destrozo el riñón, poco más se podía hacer, me conectaron a una maquina, que se llevaba mi vida por unos tubito de plastico, y me devolvia amargura destilada.

Siempre pense en acabar con todo, pero quería seguir sintiendo el aire en mi cara, y la lluvia en mi rostro.

Por ultimo me dijeron que tenía un riñón, llorando de alegria, abrieron mi interior y colocaron lo unico que queda vivo de una persona en mi, mi interior compartía con el la existencia.

Cuando sali, el reloj se habia parado, no le di importancia. la pila se habria gastado.

Ahora estoy aqui, muriendome. Mi cuerpo esta rechazando el organo. Sabes, el reloj se paro justo cuando me colocaron el riñon nuevo, la esperanza de vivir. Es como si supiese que ya no valia la pena seguir contando el tiempo que iba a vivir.

Ahora estoy aqui, pero lo mas triste de todo es que no me queda tiempo para nada. Una vida no es suficiente para hacerlo todo.

Levanto la vista de la hoja que leia y lo miro con esos profundos ojos verdes.

-¿Señor?

¿Si?

-Fue su vida.

Y sonriendo cerre los ojos. Y el reloj siguió contando las horas, para que el tiempo siguiera su curso natural.

Esa noche llovió, solo por él. Solo para él.

1 comentario:

FrAn dijo...

Que historia más triste la que cuentas. Pero a veces la vida es así de dura.