miércoles, 3 de octubre de 2007

Solo tú

Aspira, suéltalo. Vuelve a hacerlo. Encantador. Sublime.

En los azulejos blancos, en los desconchones de las esquinas ves tu cara, sonríes.

Rasgas, rompes, sacas, cortas.

La goma aprieta tu vena.

Prepararas, quemas, clavas.

Fin de la historia, caes colocada en el baño del metro, como muerta. Todo por ese sublime pinchazo que hace que olvides todo lo que ha pasado y pasara. Da igual, solo estas tu... y esa jeringa que ni puedes distinguir tu sangre de la droga. Caes, tan sublime pensamiento no cabe en tu cabeza, solo estar así. Aquí no hay problemas, no hay preocupaciones solo estas tú y nada más. O eso piensas.

Visto lo visto, no pudiste resistir que se fuera, demasiado para ti. O eso pensabas, lo que no vistes es lo que sufría cada noche que lo dejabas solo. Solo importas tu, tu, tu, tu, tu. Solo tu. No importa que él pensara que eras fantástica o simplemente suya, no. Solo valías tu. Tu vida, tu mundo, tus reglas, solo tu. Solo yo.

Te metiste sin querer, ahora la necesitas, vives para eso. por que así olvidas todo lo que paso, toda esas cosas que jamás quieres recordar pero están ahí. Y lo sabes.

Ya no tienes nada, estas vacía, solo queda eso. Apartas la mirada de esa pared que te mira, y te muestra lo que eres, los pómulos hundidos, y la cara destrozada. Estas colocada, ya no sirve de nada sonríes, y simplemente vuelas.

Tu cabeza cae, choca contra el suelo. Se queda ahí.

Nadie supo si fue una sobredosis, nadie supo si te suicidaste, o solo cometiste un fallo, uno después de tantos años. Nadie lo sabe. Ni tu.

Fin de la historia, fin del cuento.

Solo quedas tu.

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