sábado, 29 de enero de 2011

Baile de fin de curso

Era una familia humilde, solo entraba un sueldo en la casa, el del padre. Chatarrero de profesión, llevaba 30 años trabajando de sol a sol. No pedía mucho, ni gastaba nada, solo se desvivía por su familia.

Su hija quería ir al baile de fin de curso, un baile que por otra parte su familia no se podia permitir. Así que se encabezonó, grito y se enfado, haciendo los dos meses previos al baile un autentico infierno de culpabilidad y malas caras ante su familia, y ante su padre.

Un día antes del baile, la madre se le acerco, con un vestido precioso, y el recibo de haber pagado la fiesta para el día siguiente. Ella seguía cabreada, pero aun así se alegro mucho. Pero seguía enfadada, y no le hablaba a su padre.

Su padre cabizbajo se fue a trabajar, y la madre se le acercó a la hija, y le dijo: ¿Sabes como pudo pagarte tu padre el baile?. No respondió ella, con su visión poco real a la par que inmadura de las cosas. Tu padre consiguió el dinero vendiendo su moto.

De pronto la niña se dio cuenta de lo que había hecho, su padre llevaba desde antes de que ella naciera, recogiendo piezas que iba encontrando, y armando una moto. Su moto, no era bonita, ni aerodinámica. Pero era la moto que su padre siempre había soñado tener, y estaba casi acabada. Sabia que como no podía terminarla, se baja al sótano, y la limpiaba, aunque no pudiera conducirla tenerla era un lujo para el.

De pronto la niña se dio cuenta de que su padre, había sacrificado lo único suyo que tenia, por amor hacia ella, y que ella disfrutará de algo, que ella creía que tenia por derecho propio, pero en realidad no era más que una cosa que podía prescindir.

Se dio cuenta de su orgullo.

Se dio cuenta de su error.

Se dio cuenta del amor de su padre.

Vendió su moto para hacerla feliz, sabiendo que volvería a empezar a construirla desde cero, aunque le llevará otros 30 años.

Cuando el padre volvió a casa, se encontró a una pequeña princesa con una sonrisa en la cara, y una lágrima en el corazón.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso.
Transmites muchisimo!

Xakat dijo...

Gracias por el comentario, me alegra que alguien me lea. Un saludo