domingo, 31 de agosto de 2008

La donación de organos según Camilo José Cela



Que se los den a cualquiera.
Si hay un paciente que espera
por lo que yo ofrezco aquí
espero que se haga así
para salvar una vida.
Si ya no puedo respirar,
que otro respire por mí.

Donaré mí corazón
para algún pecho cansado
que quiera ser restaurado
y entrar de nuevo en acción.

Hago firme donación
y que se cumpla confío
antes de sentirlo frío,
roto, podrido y maltrecho
que lata desde otro pecho
si ya no late en el mío.

La pinga la donaré
y que se la den a un caído
y levante poseído
el vigor que disfruté.

Pero pido que después
se la pongan a un jinete,
de esos que les gusta brete.
Eso sería gran cosa:
yo descansando en fosa
y mi pinga dando fuerte.

Entre otras donaciones
me niego a donar la boca.
Pues hay algo que me choca
por poderosas razones.
Sé de quien en ocasiones
habla mucha bobería;
mama lo que no debía
y prefiero que se pierda
antes que algún comemierda
mame con la boca mía.

El culo no lo donaré
pues siempre existe un confuso
que pueda darle mal uso
al culo que yo doné.
Muchos años lo cuidé
lavándomelo a menudo.
Para que un cirujano chulo
en dicha transplantación
se lo ponga a un maricón
y muerto me den por el culo.

4 comentarios:

Sandino dijo...

Me parece dificil de creer que este escrito haya sido hecho por el poeta español Camilo José Cela.

Anónimo dijo...

Crees que por poeta y pensador, no vive y siente la vida y puede expresarse con la misma boconería de los demás..???

Darío

Sandino dijo...

Es muy cierto que cualquier pensador pueda expresarse de la forma como este quiera, sólo que quiza en algunos medios no le sean permitido. En este caso sólo asomo la posibilidad que el poeta Camilo José Cela no haya hecho este escrito. La frase "me parece dificil de creer" la hice basado en la lectura de varios de sus creaciones, no por ello, exclamo a viva voz lo contrario esto es: El poeta no pudo o simplemente no escribió este artículo.

Don Camilo José dijo...

Yo me propongo al morir

ciertos órganos donar,

Que a enfermos sin porvenir

puedan sus vidas salvar.


Que mis ojos sigan viendo

la belleza de la aurora

y así seguiré viviendo

cuando me llegue la hora.


Si necesitan riñones

tengo un par en buen estado

y dos potentes pulmones,

porque yo nunca he fumado.



Mi corazón donaré

y que otro siga viviendo.

Yo, por lo mucho que amé,

quiero que siga latiendo.



Para un gran necesitado,

mi pene será donado.

Que lo use sin recato

que esta bien acostumbrado.



Que lo ponga a fornicar

y ningún polvo rehúse,

él no se va a gastar

por más que se lave y use.



Me reservo lengua y boca

porque soy conservador,

sería triste si le toca

a algún viejo mamador.



Y no las voy a donar

pues no sé qué sentiría,

si alguien se pone a mamar

con la lengua y boca mías.



El culo, NI MENCIONARLO!!!

pues corre un riesgo mayor.

No me propongo donarlo...

Pensarlo me da terror.



¿Qué pasa si un cirujano,

con una aviesa intención

se decide a trasplantarlo

a un paciente maricón?...



Pues es un hecho bien cierto,

lo digo sin vanidad:

Qué triste, ya estando muerto

Perder la virginidad!



La perspectiva me aterra,

lo digo sin disimulo.

Tanto cuidarlo en la tierra

y muerto...¿Entregar el culo?